Internet es, hoy por hoy, el canal de comunicación más potente que existe. Es el medio mediante el cual interactuamos y nos relacionamos, de manera particularmente intensa nuestros menores que basan prácticamente al 100% su interacción a la que se produje en la red.
El hecho de que sea un canal de comunicación abierto y que, en cierta medida, sea posible mantener un cierto anonimato, hace que sea un medio no exento de riesgos y peligros.
Debemos ser conscientes de ello y tratar de maximizar las precauciones a la hora de navegar por la red e interactuar con otros usuarios, así como de mantener buenas prácticas de navegación y uso de la red que minimicen los riesgos y protejan nuestra identidad, nuestros datos y hasta a nosotros mismos.
Un primer aspecto que deberíamos tener en cuenta a la hora de navegar es tratar de adquirir el hábito de poner todo lo que vemos/leemos en duda. No queremos decir que todo en internet sea falso, pero sí que hay mucho contenido adulterado o exagerado para que sea más atractivo, al margen de la gran cantidad de contenido malicioso que nos podemos encontrar.
Si adquirimos la costumbre de comprobar y verificar la información que nos encontramos, las URLs a las que apuntan los enlaces que se nos ofrecen o los remitentes de los mails que recibimos, habremos dado el primer paso para hacer un uso seguro y responsable de la red.
Esas mismas precauciones, elevadas a su máxima expresión, deberemos tenerlas con los “amigos” que podamos hacer en la red. Crearse un perfil falso en internet es lo más fácil del mundo hoy en día, ya que ninguna red social exige ningún tipo de verificación de identidad, con lo que deberíamos ser muy cautos a la hora de aceptar solicitudes de amistad.
A partir de ahí, de esa “puesta en cuarentena” de todo lo que nos encontremos, el sentido común debería regir nuestra vida digital. Aunque no es cierto en su totalidad, no deberíamos hacer en el mundo 2.0 lo que no haríamos en la vida real.
Además, deberíamos ser conscientes de que lo que publicas en internet, se queda en internet. Para siempre. Cualquier contenido que lancemos a la red, desde el mismo momento que le damos a enviar, perdemos absolutamente el control sobre ello.
Y dará igual que borremos ese mensaje, esa publicación, esa foto. Seguro que ya ha habido alguien que la ha reenviado, la ha guardado, ha hecho una captura… ¡Y volverá a aparecer cuando menos te los esperes! Tenlo por seguro.
Moraleja: Piensa dos, tres y hasta cuatro veces antes de darle al enter. Relee lo que acabas de escribir, piensa en las repercusiones de ese comentario, de esa foto. Valora si compensa unos pocos likes frente a la exposición de la información sobre ti que vas a compartir.
BUENAS PRÁCTICAS DE COMUNICACIÓN EN INTERNET
Susana González, abogada (y, sin embargo, amiga de InfoAcoso 😉 ) especializada en Derecho Tecnológico, CiberSeguridad, Marketing y Comunicación lo resume a la perfección: “Lo que dices te define”. Todo cuanto escribimos es interpretado como reflejo de nuestra manera de ser, de nuestra personalidad. Debemos, por tanto, ser cuidadosos con la imagen que queremos transmitir.
- Interactúa: Las redes sociales son, eso, sociales. Están diseñadas para conectar personas, conversar e interactuar. Si solo estás en redes por cotillear… deberías hacértelo mirar!.
- Cuida la ortografía: no tenemos límite de caracteres (salvo en Twitter) por lo que el lenguaje de los SMS no es bienvenido. Hay post y entradas que dañan a la vista. Si todos cuidamos lo que escribimos la ortografía no caerá en el sueño de los justos. Una lectura previa, antes de lanzar el mensaje, puede ahorrarnos muchos disgustos.
- Sé agradecido: a todos nos gusta que nos agradezcan un comentario o una mención. Haz lo mismo. Es la mejor manera de mantener el buen rollo en tu muro/timeline.
- Nunca alimentes al troll: Si alguna vez te topas con un troll, una persona que solo busca molestar y llamar la atención, simplemente ignórale y, si se pone demasiado pesado u ofensivo, banéale o informa al administrador del sitio para que tome medidas. Si le contestas estarás entrando en su juego y dándole visibilidad. NUNCA le contestes.
- Comportamiento ante errores o fallos. Se transparente. Admite cuando estés equivocado. No elimines un error inmediatamente: discúlpate y haz las aclaraciones o correcciones pertinentes lo más rápido posible. Pasado un tiempo podría borrarse, aunque no es lo más recomendable. Siempre aparecerá quien lo haya capturado y podría utilizarlo en tu contra.
- Todo comentario (y máxime una pregunta) debería ser respondido. No hacerlo da sensación de prepotencia o de que no te interesa nada en absoluto. Los monosílabos dan la misma sensación a tu interlocutor.
- Responder a los ataques: lo primero de todo, calma. Mucha calma. Tómate cinco minutos y reflexiona. Analiza si quien lo hace es un troll (en cuyo caso le ignoraremos SIEMPRE) o alguien que de verdad te importa. En ese caso contesta con educación, exponiendo tus argumentos y procurando no entrar en un debate interminable. Si insiste en el ataque, mejor no entrar al trapo. “No hay mayor desprecio que no hacer aprecio”, recuérdalo siempre.
Internet es el mayor altavoz que se conoce. Si quieres que algo sea privado, ¡¡no lo publiques!!. ¡¡No lo envíes!! ¡¡No lo compartas!!
LOS MALOS EXISTEN
Esto es así. Internet está lleno de ciberdelincuentes tratando de sacar beneficio económico a costa de nuestra información. Y aunque hemos comentado lo que debemos hacer, en cuanto a nuestra comunicación, para hacer un uso responsable de las redes, no es menos cierto que también debemos protegernos activamente.
Los ciberdelincuentes están en búsqueda constante de vulnerabilidades que les permitan acceder a nuestra información. Quieren nuestros datos para venderlos y sacar un beneficio o extorsionarnos con información o imágenes que nos hayan podido robar.
Por ello, hay dos medidas fundamentales que todos deberíamos cumplir a rajatabla:
- Sistema operativo, software y aplicaciones instaladas, siempre oficiales y siempre actualizadas a su última versión. Las vulnerabilidades que se van descubriendo en el software que utilizamos (y que los ciberdelincuentes utilizan para acceder a nuestros dispositivos) se corrigen y parchean con las actualizaciones periódicas que el fabricante va sacando. Por eso es vital estar actualizado siempre a la última versión disponible.
- Antivirus instalado y actualizado. En TODOS los dispositivos. Sí, los móviles también tienen virus. Sí, los Apple también tienen virus. Así que la recomendación es clara: antivirus, siempre. Y siempre actualizado. El malware está en constante evolución y cada día surgen nuevas variantes de virus conocidos. Es por eso que los antivirus actualizan cada día su base de firmas para poder protegernos de cada nueva variante que va saliendo.
A partir de ahí, habría muchísimas medidas más que tomar (y las iremos desglosando en futuros posts), pero por dejaros unas pautas:
- Por norma general no descargaremos archivos ejecutables adjuntos a correos electrónicos ni pincharemos en ningún enlace que venga en un correo.
- De igual modo, jamás deberíamos “pinchar” en nuestro equipo un USB que nos hayamos encontrado por la calle o que sea de una procedencia desconocida.
- Limitar el uso de WiFis públicas al máximo posible y, desde luego, no utilizar en ellas, servicios de banca online ni, en general, ningún servicio que requiera que tecleemos usuario y contraseña.
- La geolocalización deberíamos utilizarla solamente cuando la necesitemos. Y la necesitamos cuando tenemos que ir a una calle o una ciudad que no conocemos. Nada más. En el resto de ocasiones, el GPS, mejor apagado o deshabilitado.
- Usa de contraseñas robustas, distintas para cada cuenta y cámbiala cada cierto tiempo. Nunca deberíamos compartir nuestras contraseñas con nadie.
- Precaución a la hora de navegar por webs potencialmente maliciosas y con los pop-ups que se vayan abriendo. Cuidado dónde haces clic.
En general, usa el sentido común y, como decíamos un poco más arriba, no hagas en el 2.0 lo que no harías en el 1.0.
¡Hasta la próxima entrada!
José Fernández Sánchez
CEO & fun4Dj en fun4Shoppers